Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica repudia las expresiones de terrorismo sexista basadas en un sentido de posesión y control sobre las mujeres

Fecha Publicación: 30/11/2021

El Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica junto a las comisiones institucionales de Equidad e Igualdad de Género, Psicología Social y asuntos comunitarios hace un llamado vehemente a las autoridades políticas de este país a no cosificar y violentar los derechos de las mujeres. Recientemente han salido a la luz pública algunas supuestas aseveraciones de personajes políticos, tal es el hecho del actual Alcalde Municipal del cantón de Matina, Provincia de Limón, Walter Céspedes, quien en conversaciones privadas al parecer indicó: “Yo guaro no le tengo, pero ahí le tengo una indígena” expresión que denota no solo una terrible misoginia sino también un racismo instaurado desde los tiempos de la colonización.

Es de relevancia recordarle a la población en general que históricamente la cultura patriarcal ha reducido el papel de la mujer a la cosificación, a la agresión, la ha vuelto objeto de consumo lo cual atenta contra su dignidad y contra sus derechos, y en este caso no solamente se trata de una conducta violenta  por ser mujer, sino además por ser mujer indígena, denotando el racismo que sigue imperante en las esferas del poder político de nuestro país.

Las mujeres se han visto históricamente como objeto de consumo, se le ha negado el placer y disfrute y se la ha relegado a los espacios privados, negando y limitando su participación en los espacios económicos, políticos, familiares, personales, culturales y laborales; entre otros. Ante tales situaciones, mujeres de todas las edades y culturas han asumido un papel más activo en los últimos años al organizarse para luchar por lo que les corresponde, por sus espacios de participación, educación y desarrollo.

Nos parece alarmante y preocupante que, desde una investidura de representación popular, un Alcalde se refiera así de las mujeres, sin prever que bajo su figura de autoridad se emite un mensaje a la población, que bien podría interpretarse como que a la mujer en general se le puede violentar en cualquier momento sin que se asuman consecuencias por esto.

Por otro lado, recordarles a las personas funcionarias de las Alcaldías Municipales o Gobiernos Locales, a las entidades del Poder Legislativo, del Poder Ejecutivo y del Poder Judicial sus responsabilidad éticas y legales de promover y generar espacios donde las mujeres se sientan incluidas, seguras y respetadas, espacios que no tengan que ser pedidos, sino que por concientización y voluntad política estén siempre abiertos a integrar la agenda de las mujeres.

Además, hacemos un llamado efusivo a los partidos políticos en general, a promover entre sus afiliados una cultura de educación y sensibilización en termas como equidad de género e interculturalidad de modo que se reproche toda conducta como la indicada, no es posible que quienes busquen representarnos desde las altas esferas políticas sean las mismas personas que llaman a violentar derechos en general, ocasionando un daño directo a la salud pública.

Así mismo, hacemos un llamado a los movimientos feministas y organizaciones gubernamentales y no gubernamentales a seguir luchando porque los derechos de las mujeres y pueblos indígenas del país no sean violentados. Les instamos y motivamos a seguir posicionándose y luchando hasta que se genere un cambio en la interacción social que nos lleve a un mejor bienestar personal y social. La violencia conlleva a un deterioro la salud mental de una persona, de una comunidad y de un país, no es posible tener salud mental integral si todos los días los derechos son violentados y estas situaciones son pasadas por alto.

Finalmente, como Colegio Profesional en Psicología reafirmamos nuestro compromiso ético y legal en seguir denunciando y visibilizando todos aquellos actos de violencia que atenten contra la salud publica y mental de las personas de nuestro país.