En conmemoración del Día Nacional de la Persona con Discapacidad, 29 de mayo de 2022, de conformidad con la Ley Nº. 8671 de 16 de octubre de 2008, Costa Rica

Fecha Publicación: 29/05/2022

La discapacidad es una producción social e histórica, que resulta de una relación política e ideológica; que se expresa mediante un entramado macro institucional, que, a su vez, se nutre y toma fuerza, a partir de una ideología de la “normalidad” postulada por La Ciencia.

La discapacidad no está en el cuerpo, sino en un entramado social plagado de actitudes y sesgos cognitivos como elementos trascendentales.

El Paradigma Social de la Discapacidad (Oliver, 2009) interpela hoy a todas las áreas del conocimiento humano, en torno al cuestionamiento de aquellas construcciones sociales asumidas como obvias y naturales del “déficit”, la “carencia”, la “falla”, lo “anormal”; que parecen ser propiedad exclusiva de algunas personas a quienes ¿el azar, la lotería genética, lo imprevisto accidental? decretó en “padecer”.

No podemos perpetuar una lectura biologicista del cuerpo.

Desde esta lectura, las personas son clasificadas debido a esas fallas o deficiencias asumidas, natural e históricamente, como propiedad individual: personas con fallas sensoriales, fallas físicas, fallas mentales e intelectuales, entre otras.

El Paradigma Social asumido desde el año 2006 por la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad y, ratificado por la legislación costarricense en su Ley 8661, en el año 2008, denuncia:  que la mirada debe ser puesta en los entornos discapacitantes, más que en la disfunción de la persona definida desde un Paradigma Médico Rehabilitador, que no permite trascender del binomio salud-enfermedad y que,  por ello, es cómplice y a la vez contribuye a invisibilizar las barreras del entorno para la participación y para la equidad de oportunidades que afrontan cotidianamente las personas en situación de discapacidad.

El negocio de la rehabilitación en discapacidad no debe ser el centro del abordaje de las personas con discapacidad, nuestra óptica debe trascender como sociedad; corresponde trascender hacia el cuestionamiento y la interpelación de todo el sistema sociopolítico que perpetúa un Estado asistencialista más conveniente que un Estado de equidad con oportunidades ajustadas de acuerdo con las necesidades particulares; que obstaculiza que las personas en situación de discapacidad se conciban como sujetos de derecho y de deberes.

Desde las diversas áreas del conocimiento humano, se debe caminar junto a las personas con discapacidad en la defensa y construcción de las rutas para la gestión de sus derechos, así como del cumplimiento de los apoyos y ajustes necesarios para su participación en todos los entornos: familiares, educativos, sanitarios, laborales, comunitarios, en fin, de la vida misma que es de la que tenemos derecho de participar todas las personas, con todos los deberes que ello implica también.

Como sociedad no es posible continuar con una mirada desinteresada, distante o disimulada en torno a las personas con discapacidad: una sociedad no avanza en la medida que se perpetue esta posición.

Desde nuestra labor como Comisión de Psicología y Discapacidad del Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica, no omitiremos ejecutar acciones concretas desde la disciplina psicológica para dar cumplimiento a la consigna  “Nada de nosotros sin nosotros”, priorizando a la persona por sobre su diagnóstico, generando los espacios de reflexión crítica para la comprensión de que la discapacidad se encuentra en esa interacción entre una persona con una condición particular de existencia y, los diferentes entornos que imponen barreras, que no ofrecen los apoyos ni los ajustes oportunos a los que tiene derecho esa persona para su participación con equidad de oportunidades.

La discapacidad no está en el cuerpo.

Comisión de Psicología y Discapacidad, Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica, CPPCR.