El ejercicio de una profesión, tiene inmersa la responsabilidad ética, deontológica, civil y penal; tener presente que el día a día de nuestra labor profesional genera un riesgo, resulta importante para llevar a cabo las acciones necesarias, apegadas a las buenas prácticas para la prevención de situaciones administrativas y judiciales que puedan surgir en el quehacer profesional.

Por lo que se les recuerda siempre ajustar sus acciones a lo dispuesto en el Código de Ética y Deontológico, así como, las normativas vinculantes al ejercicio profesional.  Siendo relevante hacer énfasis al documento del consentimiento informado, el encuadre, la custodia y conservación del expediente, en cualquiera de las áreas de la Psicología.

Aplicar siempre buenas prácticas durante nuestra labor es una acertada decisión; así como reconocer los alcances y limitaciones de nuestras capacidades técnicas y experticia. Lo anterior, minimiza las posibilidades de cometer errores que puedan derivar en denuncias en diferentes instancias.

¡Recordá que evitar procesos derivados por mala práctica profesional es responsabilidad de todos y todas!