Pronunciamiento: Sobre los acontecimientos de violencia que han ocurrido en centros educativos

Fecha Publicación: 30/03/2022

El regreso a clases presenciales en los centros educativos se ha visto marcado por diferentes situaciones violentas entre estudiantes, e incluso entre estudiantes y  docentes.

El mantener por casi dos años a los niños, niñas y adolescentes en la seguridad de sus hogares, ha afectado la forma de convivir con otros y otras, haciendo que, carezcan de estrategias efectivas para resolver conflictos.

Situaciones como problemas familiares, problemas económicos, el confinamiento obligatorio, la ausencia de socialización con sus amigos, compañeros y pares, ha desencadenado en nuestros estudiantes un cuadro de estrés post pandemia, lo que ocasiona falta de tolerancia y poca empatía con los demás.

El sistema educativo siempre ha brindado a la persona estudiante un proceso de socialización, de formación y por lo tanto un espacio de desarrollo personal, que se vio quebrantado por la pandemia. Es de suma importancia fomentar en los centros educativos, la educación emocional, para lograr que la persona estudiante distinga sus emociones para poderlas controlar y expresarlas de una forma saludable.

Igualmente importante es concientizar a las familias sobre su papel en esta problemática, ya que es en el seno de las familias que se brindan las herramientas esenciales de comunicación, relaciones interpersonales y manejo y solución de conflictos. De ahí la necesidad de no promover en los niños, niñas y jóvenes, que la única forma de solucionar una diferencia entre pares es defenderse tomando la justicia en sus manos, por el contrario, es a través de la comunicación que podemos transmitir y enseñar diferentes formas de solucionar un problema cuando se presente sin recurrir a la violencia, buscando siempre el diálogo como vía para enfrentar las diferencias o buscar ayuda a través de los padres, docentes, etc.

En los centros educativos se hace necesario seguir articulando propuestas que ayuden a los niños, niñas y jóvenes para aprender a gestionar sus emociones, brindar espacios y estrategias para que puedan aprender a autorregularse lo que incidirá de forma positiva en su relaciones interpersonales.

Finalmente, recordamos a los padres y madres de familia, a los y las administradoras de centros educativos y a las Autoridades de Gobierno la importancia de contar con personal profesional preparado para atender las diferentes circunstancias que puedan afrontar los y las estudiantes, mismas que puedan servir como detonantes de situaciones de violencia. Las emociones son un proceso complejo, multidimensional, por lo que la atención profesional, acompañada de un proceso de psicoeducación es vital para reducir los acontecimientos de índole violento.

– Comisión de Psicología Educativa, CPPCR.