Comunicado del Colegio de Profesionales en Psicología con respecto al manejo de la emergencia por el COVID-19

Fecha Publicación: 17/03/2020

Al medio día de este lunes 16 de marzo del 2020, el presidente de la República, Carlos Alvarado Quesada, firmó la declaratoria de emergencia como la medida oficial de enfrentamiento ante el coronavirus Covid-19 que está golpeando al mundo entero. 

La declaratoria de emergencia implica que se extreman medidas en diversos campos del funcionamiento del país y en diversos niveles, medidas que han sido previamente analizadas con criterios científicos y técnicos de forma articulada, tanto intersectorial como interinstitucionalmente.  

Al día de hoy en horas de la mañana, según datos del Ministerio de Salud, Costa Rica lleva 41 casos confirmados, 20 mujeres y 21 hombres; y se han descartado 615. 

Este Colegio Profesional se une al llamado oficial de las autoridades competentes en cuanto al acatamiento de las indicaciones a seguir para mitigar el impacto de dicha enfermedad en nuestro país.

Al mismo tiempo desea hacer un llamado vehemente a la prudencia, a la precaución, a la racionalidad y, especialmente, a la solidaridad humana y a nuestra capacidad de cuidarnos entre todas y todos. 

Entendemos que son momentos de gran conmoción y sobresalto social y que es natural que afloren algunos sentimientos y emociones como el miedo, la angustia, el enojo, la impotencia y la ansiedad, pues nos encontramos, en el nivel global, atravesando una crisis que coloca de forma visible y directa nuestra vulnerabilidad como seres humanos. 

Recordamos que la característica esencial de cualquier crisis es que todo está al límite y se han agotado las vías que conocíamos para solucionar un problema. La posibilidad de poder afrontarla dependerá de la gravedad que presente la situación, así como de los recursos personales, colectivos y materiales con los que se cuente. Es preciso comprender que ante una situación extraordinaria no se puede seguir funcionando en forma ordinaria, ni en lo personal ni en lo colectivo.

Estamos iniciando una de las fases más críticas de la trayectoria epidemiológica; por esa razón, les instamos de la forma más vehemente a mantenerse informados (as) por las vías oficiales, a reproducir solo aquellos mensajes orientados a informar y no a alarmar; a seguir todas las indicaciones de los protocolos de saludos, lavado de manos y estornudo; a mantenerse en sus casas el mayor tiempo posible y cuidar con mucho cariño, esmero y responsabilidad a la población más vulnerable ante este COVID-19.

Estos no son momentos para un humor a costas de la enfermedad y la tragedia humana ni para que la vida cotidiana siga “como si no pasara nada y a mí no me va a afectar”. Hacerlo es ni más ni menos que un mecanismo de negación, incluso colectivo, que minimiza los efectos reales de la situación y, en forma fantasiosa, hacernos creer que la solución es sencilla. El problema es que esa negación se traduce en conductas irresponsables y de poco cuido para las demás personas y para cada quien. No hay dudas de que esta pandemia nos llevará a repensarnos como sociedad particular y como especie humana y esperamos que las metas de cuidarnos resurjan fortalecidas. 

En este momento de la crisis, la principal herramienta para enfrentarla está en nuestra forma de pensar y de actuar. Quienes nos dedicamos a la ciencia psicológica sabemos que modificar viejos hábitos y arraigadas imágenes “del tico” no es tarea sencilla. Esperamos que este momento crítico ayude en ella. La vacuna principal no está en los laboratorios, sino en las actitudes y conductas de las personas.

Nos sumamos a la felicitación y respeto por las autoridades y personal del sector salud junto con otras instituciones claves del estado costarricense, que, en una jornada histórica, han demostrado la relevancia de contar con un sistema de seguridad social robusto y solidario.

Junta Directiva del Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica.

Máster Vilma Leandro, Cód. 1318

Máster José Manuel Salas, Cód. 2016