Día Mundial de los Cuidados Paliativos

Fecha Publicación: 12/10/2020

Acompañar Psico-terapéuticamente en tiempos de pandemia

Curar a veces, aliviar a menudo, acompañar siempre….

 

El segundo sábado de octubre se celebra el Día Mundial de los Cuidados Paliativos, fecha que representa la continua lucha continua, tanto de profesionales de la salud como de las mismas personas pacientes, contra el sufrimiento, manifestación común en el proceso de afrontamiento de un padecimiento o una condición que algunas veces se torna inminente  e irreversible.

Son muchos los padecimientos que en algún momento de su evolución requerirán de una atención con enfoque paliativo, tales como las enfermedades Oncológicas, enfermedades Cardiovasculares, enfermedades Renales, enfermedades Neurológicas degenerativas (ELA), Parkinson y Demencias entre otras.

Dentro del modelo de atención de los Cuidados Paliativos es fundamental la atención de aquellas problemáticas psicológicas que se puedan presentar, tanto en el individuo, como en las personas que le rodean. El objetivo de los cuidados paliativos, es proporcionar la mayor calidad de vida posible durante el proceso de enfermedad y procurar una muerte digna según los deseos del paciente “sobre todo en tiempos de pandemia”.

Las condiciones de aislamiento que ha impuesto el Coronavirus, en las que los pacientes se ven alejados de sus seres queridos, han hecho que las necesidades emocionales en este aspecto hayan aumentado, y, por ende, el tiempo de dedicación de los profesionales. Una gran parte del tiempo de las personas profesionales en Psicología se dedica al soporte emocional de la persona paciente y su familia. El control sintomático, reviste una gran importancia, especialmente la disnea, la angustia y la ansiedad, que se han mostrado como los más prevalentes en los pacientes en situación de últimos días por COVID-19.

En este escenario de pandemia, en la que a muchas personas pacientes y familias se les ha limitado el derecho a la despedida, sin la celebración de rituales, sin apenas presencia en los funerales, o directamente sin ella, se hace imprescindible un buen apoyo emocional. Por ello, que la familia pueda saber que su familiar recibió “un acompañamiento emocional”, ayuda en gran medida, a sobrellevar el  duelo por la pérdida de un ser querido.

El derecho a despedirse es algo que debe garantizarse desde las instituciones, sea en situación de pandemia o fuera de ella. No puede ser algo que se deje a la buena voluntad de las personas profesionales o de su mayor o menor sensibilidad o disponibilidad.

Las nuevas tecnologías han ayudado a aminorar la sensación de soledad, pero en ningún caso sustituyen  la presencia y el acompañamiento en la fase final de una enfermedad, sea la que sea. Así, en estos momentos, en los que las medidas de seguridad establecían el distanciamiento, deben surgir nuevas modalidades de  acercamiento tales como la escucha activa, la sonrisa con los ojos y la frente, el contacto ocular y abrazar con el alma.

Para paliar los sentimientos de angustia, han surgido diversas iniciativas de acompañamiento a través de videollamadas, con las que los familiares o allegados  han podido recibir un acompañamiento emocional. También poco a poco los Hospitales Nacionales y Clínicas del Dolor  han venido ofertado diferentes grupos terapéuticos de duelo en forma virtual  para los familiares de personas que han sufrido la pérdida de un ser querido.

De la misma forma, esta vertiente emocional de la pandemia de COVID-19 ha tenido su impacto en las personas profesionales en Psicología, que, al igual que el resto de profesionales de la salud, se han visto sometidas a un aumento desproporcionado de la carga laboral.

El Colegio Profesional en Psicología de Costa Rica desea agradecer a las personas profesionales en Psicología, especialistas en Cuidados Paliativos que se encuentran habituados a desenvolverse en situaciones de sufrimiento, en el contexto del final de la vida por la labor que han venido desarrollando a través de su ejercicio profesional y particularmente en esta coyuntura. Sabemos también que el cuidado de nuestros pacientes y familias puede acarrear desgaste profesional.

Para dar respuesta a este impacto psicológico es fundamental, el apoyo en el equipo; el cuidado mutuo entre los compañeros y las compañeras, esto  se hace más necesario que nunca en momentos de pandemia. Compartir emociones “ayuda a tomar energía” para seguir adelante para que a pesar de las dificultades, poder prestar los cuidados paliativos de calidad que merecen pacientes y familias.

Dr. Javier A Rojas Elizondo, PhD